Cómo Trump Podría Impulsar la Acuicultura en el Golfo de México

Las jaulas flotantes llenas de miles de peces podrían aparecer en el Golfo de México bajo un controvertido plan respaldado hace cuatro años por la administración del entonces presidente Donald Trump. Ahora, con el inicio de su segundo mandato el próximo mes, la propuesta podría volver a ganar impulso.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) identificó recientemente cinco áreas en el Golfo que, según la agencia, equilibran las necesidades de la creciente industria de la acuicultura y los posibles impactos en el medio ambiente marino y en la pesca de captura silvestre.

Estas llamadas “áreas de oportunidad para la acuicultura” son parte de un plan federal de una década para abrir el Golfo y otras zonas costeras a la cría de peces. El plan recibió un fuerte respaldo durante el mandato de Trump, pero se desaceleró bajo la administración de Joe Biden, que concluirá el próximo mes.

Tres de las áreas preferidas por NOAA están frente a la costa de Texas y una al sur de Luisiana. Cada zona abarca entre 500 y 2,000 acres, sumando un total de hasta 6,500 acres. Una quinta área, considerada una posible alternativa, se encuentra cerca de la desembocadura del río Misisipi, aunque podría entrar en conflicto con el tráfico marítimo y la pesca de camarones en esa región.

Preocupaciones Ambientales y Conflictos

Los opositores advierten que los desechos de los peces, el alimento no consumido y otros restos orgánicos generados por las operaciones de acuicultura podrían empeorar la enorme “zona muerta” del Golfo, una región del tamaño de Nueva Jersey con bajos niveles de oxígeno que aleja a los peces y asfixia a cangrejos y otros mariscos de movimiento lento.

Los peces que escapan de las granjas flotantes también podrían propagar enfermedades y parásitos, competir por alimentos esenciales para otras especies y potencialmente cruzarse con sus contrapartes salvajes. Esto podría introducir genes domesticados que suelen producir peces más lentos y menos adaptados para sobrevivir en la naturaleza.

“Cuando piensas en todos estos impactos ambientales, es bastante preocupante”, dijo Marianne Cufone, directora ejecutiva de la Recirculating Farms Coalition, con sede en Nueva Orleans, un grupo opuesto a la acuicultura en alta mar. “Además, enfrentamos tormentas extremadamente violentas en el Golfo de México. No sé cómo estas granjas no sufrirían daños y liberarían a los peces.”

Una Necesidad Creciente

Sin embargo, los actuales y ya agotados recursos pesqueros salvajes del planeta no pueden satisfacer por sí solos el creciente apetito mundial por mariscos, señaló Neil Anthony Sims, director ejecutivo de Ocean Era, una empresa de acuicultura que espera desarrollar una granja flotante de corvinas a 40 millas de Sarasota, Florida.

Su afirmación se respalda en un estudio de la Universidad de Stanford de 2021, que predijo que el consumo mundial de pescado podría aumentar en un 80 % en los próximos 25 años. Según Sims, esto hace imprescindible buscar alternativas sostenibles como la acuicultura en alta mar.

Aunque la expansión de estas granjas marinas podría ayudar a satisfacer la demanda global de pescado, los riesgos ambientales y económicos continúan generando un intenso debate sobre el futuro de la acuicultura en el Golfo de México.

Valeria Ramírez

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