Nunca existió realmente una duda sobre la continuidad de la familia Note, pese al trago amargo y el desafortunado episodio que la compañía sufrió con las baterías en el pasado. La prueba más clara de que la línea seguía viva fue el lanzamiento intermedio de la edición “Fan”, pero hoy nos enfrentamos a la confirmación definitiva con el Samsung Galaxy Note 8. La realidad del mercado actual dicta que estos dispositivos han logrado rivalizar en jerarquía con los Galaxy S, tanto en volumen de ventas como en innovación tecnológica, por lo que la llegada de este modelo era más que esperada. Estamos ante una propuesta que toma la base del Galaxy S8 e incorpora la seña de identidad indiscutible de esta serie: el S Pen. Si bien se incrementa el tamaño de la pantalla y se rediseñan ciertos detalles, la evolución real lo sitúa como un contemporáneo de su hermano menor, aunque con una doble cámara que marca territorio.
Diseño sofisticado y ergonomía sorprendente
Al analizar el dispositivo, lo primero que salta a la vista es que, aun con el gran tamaño de su panel, resulta sumamente cómodo al uso. Samsung, siguiendo la tendencia de LG, ha apostado por formatos altos y estrechos que poco a poco están marcando el estándar en la industria. En términos de sofisticación, es difícil encontrar algo mejor en el segmento de los phablets; es una maravilla con muy pocos peros. Aunque se ha perdido el factor sorpresa tras conocer el S8 y ver cómo competidores como el V30 se han puesto al día, no hay nada igual al Note 8 en este instante. Incluso para usuarios con manos pequeñas, el manejo es comparable al de un celular convencional de 5.5 pulgadas, a pesar de ser el Note más alto creado hasta la fecha con 9 milímetros extra.
Esta altura adicional implica reacomodar la mano para alcanzar la zona superior de la pantalla, pero se gana mucho con estas proporciones. Las curvas laterales son menos pronunciadas, ofreciendo una superficie plana mayor para aprovechar el S Pen. Los marcos son casi inexistentes, logrando esa ilusión de “pantalla flotante” que tanto gusta. Sin embargo, al heredar los materiales del S8, nos topamos con una construcción enteramente en cristal que, aunque preciosa, es delicada, escurridiza y un imán para las huellas dactilares; un sacrificio necesario para permitir la carga inalámbrica.
Especificaciones de un verdadero gama alta
Bajo el chasis, el Note 8 justifica su etiqueta de “super-premium” tanto en tecnología como en su elevado precio de 1010 euros. Monta una pantalla Super AMOLED de 6.3 pulgadas con resolución de 2,960 x 1,440 píxeles y una densidad de 521 ppp. El motor es un procesador Exynos 8895 acompañado de 6GB de RAM y 64GB de almacenamiento, ampliables vía microSD. La gran novedad reside en su sistema de cámaras duales de 12 megapíxeles cada una, complementadas por una frontal de 8 megapíxeles. A pesar del aumento de peso hasta los 195 gramos —comprensible por la inclusión del lápiz y la doble cámara—, el trabajo de compactación es notable. Eso sí, la batería se queda en 3,300 mAh, una cifra conservadora que refleja la cautela de la marca. Además, se mantienen características clave como la resistencia IP68, el escáner de iris y los botones de navegación virtuales que debutaron con éxito en el S8.
Ofertas anticipadas y descuentos en el ecosistema
Mientras el Note 8 se posiciona en la cima de precios, Samsung ha decidido pisar el acelerador en otros frentes con su venta anticipada de Black Friday. Tras un lanzamiento algo discreto el viernes pasado, la compañía ha intensificado sus promociones esta semana, ofreciendo los mejores precios hasta la fecha en sus dispositivos más recientes. Destacan las rebajas en el Galaxy S25 FE desbloqueado y un descuento de 350 dólares en el Galaxy S25 Ultra. Además, monitores inteligentes y para gaming presentan caídas de precio masivas de hasta 1,000 dólares acompañadas de créditos en la tienda. Sin embargo, el foco principal ahora recae en las mejores ofertas en efectivo para las nuevas tabletas insignia: la Galaxy Tab S11 y la S11 Ultra.
Oportunidades únicas en la línea Tab S11
A diferencia de las ofertas vistas durante el lanzamiento, que se centraban en mejoras de almacenamiento, las promociones actuales superan incluso a los descuentos recientes del Prime Day. En la tienda oficial de Samsung, se pueden encontrar rebajas directas de 200 dólares en todos los niveles de almacenamiento y colores del modelo Ultra, y de 150 dólares para la versión estándar de 11 pulgadas. Esto deja a la Galaxy Tab S11 con un precio inicial desde 640 dólares (normalmente arriba de 800) y a la S11 Ultra desde 1,000 dólares (su precio regular supera los 1,200). Lo más interesante es la posibilidad de combinar estos descuentos con el intercambio de dispositivos, lo que podría generar un ahorro de hasta 800 dólares, permitiendo adquirir una Tab S11 por tan solo 150 dólares con envío incluido. Cabe mencionar que, aunque Amazon está igualando el precio en el modelo estándar, no cuenta con el inventario oficial de la versión Ultra ni ofrece los valores de intercambio mejorados que tiene la tienda directa de la marca.