Suzuki Motor ha tenido que suspender temporalmente la producción de su modelo Swift debido a las restricciones impuestas por China en la exportación de tierras raras, según informaron dos fuentes con conocimiento del tema. Con esta decisión, la compañía japonesa se convierte en el primer fabricante de automóviles del país en verse directamente afectado por las limitaciones impuestas por el gigante asiático.
La suspensión, que no incluye la versión deportiva Swift Sport, fue anunciada previamente por la empresa y estaba programada para llevarse a cabo entre el 26 de mayo y el 6 de junio. En ese momento, Suzuki argumentó que la pausa en la producción se debía a la falta de componentes, aunque no brindó detalles adicionales al respecto. Un portavoz de la empresa evitó hacer comentarios sobre las causas específicas de esta medida, que fue inicialmente reportada por el diario económico japonés Nikkei.
Posteriormente, el jueves, la empresa comunicó que planea reanudar parcialmente la producción del Swift en su planta de Sagara a partir del 13 de junio, y que espera que la producción vuelva a su ritmo normal después del 16 de junio. Esto será posible porque, según explicó, “ahora hay una mayor claridad respecto al suministro de piezas”.
La decisión de China, tomada en abril, de suspender las exportaciones de una amplia gama de tierras raras y productos relacionados, como imanes, ha generado una disrupción significativa en las cadenas de suministro de sectores clave. Estas materias primas son fundamentales para la industria automotriz, la aeroespacial, los fabricantes de semiconductores y los contratistas de defensa en todo el mundo.
En Europa, algunas plantas de autopartes también se han visto obligadas a detener su producción temporalmente por la misma causa. Mercedes-Benz, por ejemplo, se encuentra evaluando alternativas para protegerse ante una posible escasez prolongada de tierras raras.
Estas restricciones evidencian la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales frente a decisiones geopolíticas y ponen de manifiesto la necesidad de diversificar las fuentes de componentes estratégicos, particularmente en industrias con alta dependencia tecnológica.
Con información de Maki Shiraki desde Tokio y Aditi Shah desde Nueva Delhi; reportes adicionales de Kantaro Komiya y Satoshi Sugiyama; edición a cargo de Chang-Ran Kim y Christopher Cushing.