El lanzamiento de la nueva generación de teléfonos de Apple ha llegado con una fuerza inusitada al mercado, rompiendo récords de ventas y estableciendo lo que parece ser una nueva definición de potencia en la industria. Sin embargo, no todo es celebración entre los usuarios más leales de la marca. A pesar de que el iPhone 17 Pro y el Pro Max se perfilan como bestias en rendimiento, los primeros propietarios se han topado con una sorpresa desagradable: la eliminación silenciosa de una función fotográfica que muchos consideraban esencial.
El adiós al Modo Noche en retratos
Quienes hayan adquirido el nuevo buque insignia notarán de inmediato un cambio drástico en la aplicación de la cámara. A partir de ahora, ya no es posible utilizar el Modo Noche en combinación con el Modo Retrato. Esta característica, que formaba parte del repertorio de Apple desde el iPhone 12 Pro gracias al escáner LiDAR, permitía capturar fotos con fondo desenfocado incluso en condiciones de muy poca luz. En los modelos anteriores, el sistema detectaba la oscuridad y activaba automáticamente la exposición prolongada para rescatar detalles; en el iPhone 17 Pro, el icono de la luna simplemente no aparece al cambiar a retrato.
La consecuencia práctica es visible. Al intentar tomar una foto con efecto bokeh en una cena o un concierto, el software intenta aclarar la imagen sin la asistencia de la larga exposición, lo que resulta en fotografías notablemente más oscuras o con una cantidad excesiva de ruido digital. Para obtener una foto bien iluminada, el usuario se ve forzado a usar el modo foto estándar, sacrificando la profundidad de campo que da ese toque profesional a las imágenes. Apple ha confirmado en sus documentos de soporte actualizados que esto no es un error temporal, sino una decisión deliberada, aunque hasta el momento no han ofrecido una explicación pública del porqué.
Especulaciones técnicas y control de calidad
Ante el silencio de la compañía, los expertos de la industria han comenzado a atar cabos. La teoría más sólida apunta a un conflicto de resoluciones. El iPhone 17 Pro captura retratos por defecto a 24 megapíxeles, mientras que la tecnología del Modo Noche suele operar a doce megapíxeles debido a limitaciones técnicas. Es probable que los ingenieros de Cupertino no lograran armonizar la alta resolución del nuevo motor de retratos con la baja resolución necesaria para las tomas nocturnas. Otra posibilidad recae en el control de calidad: las exposiciones largas en retratos son propensas a salir movidas, y quizás Apple prefirió eliminar la función antes que entregar resultados con artefactos digitales o bordes mal definidos.
Curiosamente, esta controversia de software convive con reportes sobre la durabilidad física del equipo. Algunos usuarios han señalado que el acabado en el nuevo color “Cosmic Orange” tiende a despintarse o que la superficie es propensa a rayaduras, aunque estos detalles cosméticos no han frenado el éxito comercial del dispositivo.
Un salto brutal en ingeniería y diseño
Dejando de lado el tropiezo con el software de la cámara, el iPhone 17 Pro es, indiscutiblemente, una pieza de ingeniería superior. Al sostenerlo, la sensación es distinta a sus predecesores. El cuerpo fabricado en aluminio forjado en caliente aporta una solidez renovada, equilibrando peso y resistencia, una respuesta directa a las exigencias de los usuarios profesionales. Además, la pantalla está protegida por la nueva generación de Ceramic Shield 2, que promete ser tres veces más resistente a rayaduras, mientras que la parte trasera ha cuadruplicado su resistencia a roturas.
El verdadero motor de este cambio es el chip A19 Pro. Apple ha integrado por primera vez un sistema de enfriamiento por cámara de vapor, una tecnología reservada habitualmente para laptops de gama alta o celulares gaming. Esto permite que el procesador de seis núcleos entregue hasta un 40 por ciento más de rendimiento sin sobrecalentarse, facilitando que aplicaciones de edición pesada y juegos corran con una fluidez pasmosa.
Revolución en las cámaras y autonomía
Si bien se extraña el modo nocturno en retratos, el resto del apartado fotográfico es sobresaliente. Las tres cámaras traseras (principal, ultra gran angular y telefoto) cuentan ahora con sensores de 48 megapíxeles. El telefoto destaca especialmente con un zoom óptico de 8x y una distancia focal de 200 mm, algo nunca visto en un teléfono de la marca. Para los creadores de contenido, la capacidad de grabar en ProRes RAW y 4K a 120 cuadros con Dolby Vision, sumado a herramientas de inteligencia artificial para limpiar imágenes, coloca a este dispositivo en la cima de la videografía móvil. La cámara frontal también recibe cariño con 18 megapíxeles y la función Center Stage para videollamadas y selfis grupales más dinámicas.
Todo esto se visualiza en pantallas Super Retina XDR de 6,3 y 6,9 pulgadas, que ahora son más brillantes y cuentan con mejor tecnología antirreflejo. Y para soportar tal despliegue de potencia, la batería ha dado un salto cuántico. Apple promete hasta 39 horas de reproducción de video en el modelo Pro Max, y las primeras pruebas sugieren que la carga rápida (50% en 20 minutos) y la gestión energética son finalmente lo que los usuarios intensivos esperaban.
Conclusión preliminar
Con la llegada de iOS 26 y las funciones de Apple Intelligence, el iPhone 17 Pro se siente como una actualización mucho más significativa que la transición que vimos del 15 al 16. A pesar de la inexplicable eliminación del Modo Noche para retratos, el conjunto de mejoras en procesador, materiales, óptica general y batería consolidan a este equipo como un nuevo referente en el mercado, marcando una clara distancia con sus competidores.